Se llama cultura organizacional al conjunto de normas que determinan la modalidad de funcionamiento de una organización. Al determinar en gran medida, también, hacia dónde se dirige la organización, la cultura organizacional influye en la gestión del cambio. Hoy en día, en un contexto de cambios cada vez más grandes y rápidos, ¿qué ocurre con las organizaciones? ¿Hacia dónde se están transformando? 

 

En este nuevo contexto, con la inclusión de la tecnología en nuestra cotidianeidad, los consumidores cambian rápidamente de gustos y hábitos, lo que hace necesario atravesar períodos de prueba y error en cualquier organización. Por eso, el desafío organizacional actual reside en modificar prácticas de gestión. Para lograrlo, se necesita modificar primero el comportamiento de sus integrantes.

 

En la actualidad, los equipos procuran tener un control más integral del producto, buscando hacer más eficiente la producción. Tienden a no encargarse exclusivamente de una sola parte del proceso, porque este tipo de estructura se puede volver obsoleta en contextos de incertidumbre y cambios. Es en este punto que se vuelve importante encontrar formas de estructurar a los equipos actuales para que puedan responder a los nuevos desafíos.

 

Estamos siendo parte del cambio de un orden jerárquico a un orden ágil. Las interacciones organizacionales son cada vez menos unilaterales y más participativas, con los integrantes de los equipos más multifuncionales y autónomos. A partir del trabajo en equipos más chicos, de ocho o diez integrantes, se busca consolidar una innovación distinta. 

 

Cada vez se habla menos de jefes y más de responsables de proyecto. Los líderes están tomando un rol activo en la promoción del cambio, transformándose en líderes habilitadores de la transformación en lugar de resistentes a ella. El objetivo es consolidar un nuevo tipo de liderazgo, que se base en procesos ágiles llevados a cabo por equipos con confianza operativa.

 

Una vez que se modifican ciertas prácticas de gestión, hay lugar para redimensionar los valores corporativos. Estos valores buscan nutrir la cultura organizacional para que esté alineada y sea solidaria con el propósito de la empresa. Por ejemplo, hoy en día la sustentabilidad empresarial plantea una nueva forma de producir y hacer negocios, que trae beneficios que van desde la reducción de costos de producción y el ahorro de materias primas, a la mejora de la imagen y la reputación. 

 

Pero, ¿cómo hacer para que los miembros de una organización se sumen a esta transición y dejen sus zonas comunes de trabajo? La clave es la motivación. El desafío es comenzar por preguntarse qué hay para cada uno de los integrantes del equipo en cada proyecto, y asignar nuevas responsabilidades para cada uno. De esta manera, posiblemente estén no solo dispuestos a ser parte del cambio sino que, como sus líderes, sean promotores de él. 

 

Desde Co.Education, acompañamos el proceso de desarrollo organizacional en equipos y en personas, en los diferentes estadios de la transformación cultural.