El Fit Cultural hace referencia al grado de compromiso que un determinado individuo tiene para incorporarse a la cultura, filosofía y valores de la organización a la cual pertenece o pertenecerá. Si su propósito y sus creencias profundas son congruentes con su entorno, entonces se dice que hay Fit Cultural. No obstante, esta dinámica no se limita únicamente a compartir valores, sino que está condicionada por el camino profesional que aspira recorrer el individuo, y por dimensiones más específicas de la organización, como lo son su lenguaje, sus metodologías y sus procesos.

 

Si hay Fit Cultural, los colaboradores rápidamente se integran a la organización, ya que comparten y se sienten identificados con sus principios. Esta complementariedad incrementa su motivación, su rendimiento y su satisfacción dentro de la empresa, permitiéndoles comprometerse con ella tanto a nivel profesional como personalmente. Esto, a su vez, se traduce en porcentajes más altos de productividad, desempeño y retención dentro de la organización. 

 

Cuando hay Fit Cultural, se comparte la visión, la misión y el propósito de la organización a la cual se pertenece. Si bien idealmente todos los colaboradores dentro de una organización comparten su cultura, en los puestos de liderazgo es aún más importante que esto ocurra, ya que son ellos quienes toman gran parte de las decisiones.  

 

Entonces, planteado este escenario, a la hora de reclutar nuevos colaboradores, ¿qué pesa más? ¿Buscar candidatos que cuenten con las habilidades técnicas requeridas para determinado puesto, o que se integren a la cultura organizativa? A priori, ambas cualidades son sumamente importantes, e idealmente un nuevo colaborador cuenta con las dos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las habilidades técnicas se pueden ir entrenando, mientras que, si no hay alineación de valores entre el individuo y la organización, entonces posiblemente el Fit Cultural no se adquiera a pesar del paso del tiempo. 

La cultura es lo que finalmente diferencia a una organización de otra. Cuando se produce el Fit Cultural entre colaboradores y organización, se presenta un escenario win-win en el cual todos pueden potenciar sus talentos en un sistema integrado y saludable.