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¿Qué son las interacciones y cómo podemos potenciarlas?

Somos seres sociables: el vivir en sociedad es parte de nuestra naturaleza. Todo grupo está compuesto de personas y, donde hay personas, siempre hay interacciones. Las interacciones son el núcleo de las relaciones humanas: son sistemas comunicantes en constante búsqueda del equilibrio. Definen el vínculo entre las personas y la manera en que los grupos y organizaciones se comportan. 


Las interacciones engloban a la comunicación. Ser consciente de ellas es percibir el meta-lenguaje, las múltiples comunicaciones no verbales, lo no dicho. También abarcan nuestro entorno: constantemente interactuamos con los estímulos externos que nos rodean. Por homeostasis, el entorno y la sociedad se nutren mutuamente. Son en todas estas interrelaciones que manifestamos nuestras potencialidades evolutivas. 


Para fortalecer nuestros vínculos, es muy importante comprender las perspectivas y los puntos de vista de los demás. ¿Cómo podemos trabajar en nuestras interacciones? Una respuesta, que podemos poner en práctica hoy mismo, es comenzar a escuchar empáticamente al otro. Para lograr ello, podemos:


  • Reconocer todas las señales verbales y no verbales, incluido el tono, las expresiones faciales, el contacto visual y el lenguaje corporal. 

  • Procesar la información recibida: comprender el significado de los mensajes y hacer un seguimiento de la conversación.

  • Responder y asegurar al otro que lo hemos escuchado y que incentivamos la continuación de la conversación. 


La escucha empática genera confianza y respeto, facilitando el intercambio de información. En ámbitos laborales, si queremos entablar una relación donde haya la confianza suficiente como para que las personas puedan darnos devoluciones honestas, es importante trabajar en esa confianza no solo dentro de la oficina. La sensación de seguridad y compañerismo surge en la cotidianeidad: preguntando al otro sobre su día, sobre su familia, o sobre sus intereses fuera de la oficina. 


Solo interactuando con los demás les permitimos que revelen sus emociones. Por eso, para potenciar nuestras múltiples interacciones diarias es muy importante tomarnos el tiempo para escuchar y aprender de los demás. 

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