Cuando nos dedicamos a un nuevo proyecto, los límites suelen depender de que uno mismo los ponga, ya que siempre va a haber algo más para hacer. Como emprendedores, hay tres claves fundamentales para explorar desde el principio: la administración del tiempo, la identificación de lo relevante y la constancia en lo que estamos haciendo.
A la hora de empezar a emprender, partimos de un compromiso tácito con ser nuestros propios jefes. La constancia en nuestro proyecto, y la perseverancia diaria en nuestro trabajo, son los cimientos que nos permiten administrar nuestro tiempo y utilizarlo eficientemente. Ya partiendo de esa base, una herramienta útil para la gestión del tiempo es la planificación de la semana con anticipación. Planear nos permite ser más eficientes y, por lo tanto, cumplir con una mayor cantidad de tareas.
Uno de los desafíos más grandes para el emprendedor suele ser el salir de nuestra zona de comodidad. Ponernos incómodos es una señal de que nos estamos moviendo, pero a veces volvemos a lo que sabemos hacer, que no necesariamente son acciones que van a desarrollar nuestro negocio. Por eso, es un buen hábito preguntarnos diariamente si en lo que tenemos pensado trabajar es relevante para el emprendimiento:
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¿Hice mi lista de pendientes del día? Dentro de los pendientes, ¿en cuáles necesito enfocarme y completar primero? ¿Estoy empezando por los pendientes más importantes?
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¿Estoy haciendo algo que traerá resultados o que, en realidad, solo ocupa mi tiempo?
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¿Hay algún conflicto que esté postergando solucionar pero que necesitaría resolver cuanto antes, para evitar un problema mayor?
Lo que mejor sabemos hacer no siempre es lo más importante: en muchas ocasiones, será necesario darle prioridad a tareas que no necesariamente sean nuestras favoritas, pero teniendo en cuenta que de estas situaciones es donde más podemos aprender. Es en este punto donde descubrimos nuevas maneras de hacer las cosas y cambiamos las creencias limitantes que nos restringen. En última instancia, para lo que nos excede, alguien del equipo debería tener las aptitudes necesarias para llevarlo a cabo. Por eso, identificar lo relevante se vuelve primordial para invertir nuestro tiempo en acciones que verdaderamente sumen a nuestro proyecto.
Identificar lo relevante, ser constante y administrar nuestra agenda nos permite, también, dedicarnos tiempo a nosotros mismos. Porque, en todo tipo de esfuerzo laboral y profesional, es muy importante no perder de vista nuestro propio centro.